Recuerdo
Recuerdo. Recuerdo caerme de la silla sin saber mi nombre. Recuerdo despertar sobre la cama sin saber como había llegado, oliendo a besos ajenos. Recuerdo pasearme desnudo, con una copa y un pucho en la mano con esa irreverencia omnipotente del exceso de felicidad. Recuerdo cuando me sentía un ángel caído en este mundo. Recuerdo mi exceso de energía. Recuerdo cuando era el centro de la atención y morías de risa con mis chistes. Recuerdo mi amor universal y las ganas de basarlos a todos y todas. Recuerdo haber pasado horas en el balcón bailando conmigo mismo e imaginando escenarios futuros contigo, embriagando mi pena. Recuerdo haber abrazado como el mejor de mis amantes a la taza del baño, en una noche de futilidad. Recuerdo haber hablado más de trecientas palabras por segundo sin poder hacer detener mis pensamientos. Recuerdo gesticular, gritar, reír, saltar y seguir gesticulando cuando te contaba una historia. Recuerdo despertar a las tres de la mañana por...






